Tener encuentros sexuales saludables es básico para mejorar y empoderar nuestra vida sexual.
Suena obvio, pero ¿realmente somos conscientes de cuándo nuestros encuentros sexuales son saludables y cuándo son negativos?
Si no lo tienes tan claro, te recomiendo seguir leyendo para que conozcas las 5 reglas básicas para que un encuentro sexual sea realmente saludable.
Contenido
5 reglas para tener encuentros sexuales saludables
Asegura tu seguridad
Para que tu encuentro sexual sea realmente saludable, necesitas estar segura física, emocional y mentalmente.
Si te sientes insegura por alguna razón (si has sufrido abuso sexual, es muy común que te sientas insegura incluso estando en ambientes seguros), lo primero que tienes que hacer es determinar si esa inseguridad viene porque efectivamente estás en un ambiente inseguro o si es tu sensación.
Para eso, puedes hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Estás en un lugar que es seguro para ti?
- ¿Tu entorno físico está libre de violencia y abuso (no hay nadie presionando, amenazando ni manipulando)?
- ¿La persona con la que estás considera que tus necesidades y deseos son tan importantes como los suyos?
- ¿Tienes el poder de actuar como tú quieres? ¿Puedes cuidarte? ¿Puedes asegurar tu bienestar físico, emocional y sexual?
- ¿Estás tomando tus propias decisiones?
- ¿Te has asegurado de que no haya riesgo de trasmisión de enfermedades sexuales?
- Estás siguiendo algún método para prevenir embarazos no deseados?
Si la respuesta a todas las preguntas anteriores es sí, significa que estás en un ambiente seguro.
Practica sexo DESEADO
Tener sexo deseado implica que sea consensuado (pero no me voy a explayar sobre ese tema, porque ya lo hice en el post sobre abuso sexual y consentimiento).
Pero no todas las actividades sexuales consensuadas son deseadas necesariamente.
Y el problema, es que esto es algo que mucha gente (mujeres sobre todo) no toma en cuenta.
Ante la posibilidad de tener un encuentro sexual pregúntate ¿por qué voy a tener este encuentro sexual? Si la respuesta es “porque debería”, “porque hace tiempo no tengo sexo” o “porque mi pareja quiere” … entonces no es el momento adecuado.
Solamente deberías tener encuentros sexuales cuando tú quieres. Cuando tu decisión de tener ese encuentro sexual está basada en tus deseos y necesidades.
Siempre ten en mente que “sí”, “no” y “quizás” son respuestas igual de válidas.
Y acuérdate que dar tu consentimiento en un momento no significa que no puedas cambiar de opinión. Que hayas dado tu consentimiento en el pasado no significa que tengas que dar tu consentimiento de nuevo y dar tu consentimiento para una actividad sexual específica no significa dar tu consentimiento para cualquier tipo de actividad sexual.
Eso significa que tienes derecho a detenerte en cualquier momento.
Y esto tan válido si estás soltera, como si estás con una pareja estable.
No importa que tengas añoooos con una pareja, siempre tienes permiso para decir NO y para cambiar de opinión en cualquier momento.
Siempre.
Estate presente
El sexo es una experiencia maravillosa que deberíamos vivir con nuestros cinco sentidos. Por eso es tan importante que nos mantengamos en el presente durante todo el encuentro sexual.
En el aquí y ahora.
Si por alguna razón estás nerviosa durante tu encuentro sexual, podría pasar que dejes de respirar con tranquilidad. Y respirar (bien) es básico para que te quedes en el presente.
Respira profundamente: que el aire llegue hasta tu zona abdominal y no solo a la superficie de tus pulmones. Respirar profundamente durante nuestros encuentros sexuales hace que nuestro cerebro asocie el sexo con relajación.
Y si por alguna razón sientes que estás disociada (como si no estuvieras en tu cuerpo), has las siguientes cosas:
- Fíjate en lo que te rodea: qué ves, a qué huele, qué sonidos escuchas.
- Pregúntate cómo te sientes?
- Mira a los ojos a tu pareja.
Sentirte en tu cuerpo es el punto de referencia para saber qué te gusta sexualmente.
Y ese es el siguiente punto.
Descubre lo que te gusta
Desgraciadamente, nuestra sociedad nos enseña a las mujeres a ser disfuncionales sexualmente.
Nos enseñan que no debería gustarnos el sexo: aunque nos hagamos los modernos, en nuestra sociedad sigue latente la idea de que “las mujeres que disfrutan mucho el sexo son perras”.
Y también nos enseñan que si tenemos sexo, debería ser para satisfacer a nuestras parejas (heterosexuales, obviamente): la sociedad espera que las mujeres nos acomodemos a lo que los hombres quieren sexualmente.
Estas ideas tóxicas sobre la sexualidad femenina siempre están latentes en nuestra sociedad. Puede que tú no creas en ninguna de estas ideas, pero la realidad es que son parte de nuestra sociedad y rondan por ahí.
Y estas ideas contribuyen a que sea más difícil para nosotras descubrir lo que realmente nos gusta sexualmente.
Es importante que desaprendas estas ideas y que aprendas a reconocer qué se siente placentero en tu cuerpo, qué te interesa explorar y qué cosas te intrigan.
Todo esto lo vas a descubrir escuchando a tu cuerpo. La información que recibes a través de tus sensaciones y sentimientos es la clave para decidir qué cosas te gustan y qué cosas no.
Y mientras más consciente te vuelves de cuáles son tus deseos, de cómo te gusta que te toquen, de qué actividades sexuales te interesan… más fácil es que puedas comunicarte con tu pareja sexual.
Lo que nos lleva al siguiente punto.
Habla de sexo
El sexo (en pareja) es una experiencia compartida! Si no hablas de sexo, solo refuerzas la idea negativa de que en el sexo cada persona está por su lado.
Por eso, comunicarnos con nuestra pareja sexual es básico para que el encuentro sexual sea saludable.
Cuando comunicamos nuestros sentimientos, deseos y necesidades, validamos nuestra existencia y afirmamos que merecemos respeto.
Así que si te gusta algo, dilo. Si no te gusta algo, también dilo.
Además, la comunicación es la mejor herramienta para incrementar la satisfacción de tu vida sexual.
Y si tienes una pareja estable desde hace varios años, te recomiendo no caer en la trampa de creer que porque ya se conocen desde hace mucho tiempo, no necesitan hablar de sexo.
En las conversaciones sobre sexo siempre termina saliendo información nueva y útil.
Sobre el abuso sexual y los encuentros sexuales
Para las sobrevivientes de abuso sexual, la mayoría de veces aprender a tener encuentros sexuales saludables es algo completamente nuevo que requiere esfuerzo, práctica y mucha paciencia.
El abuso sexual (infantil sobre todo) nos enseña a vivir bajo las reglas sexuales de otra persona.
Cuando sufriste el abuso, no tuviste la oportunidad de actuar según tu consentimiento; nadie te preguntó por tus límites; y tus sentimientos fueron completamente ignorados.
Desgraciadamente, muchas sobrevivientes no están acostumbradas a tener control sobre su propio cuerpo y sexualidad. Entonces, ante la idea de practicar sexo deseado aparecen excusas del tipo “pero no es justo para la otra persona” … “no es justo para mi pareja si lo dejo con las ganas”… “ya le dije que sí íbamos a tener sexo, no sería justo que me eche para atrás”.
Déjame decirte algo y por favor grábatelo bien en el cerebro: SÍ ES JUSTO! Lo que no es justo es que consideres los deseos sexuales de la otra persona más importante que tu propio bienestar.
Tener encuentros sexuales saludables significa dejar de sentirte una víctima de una vez por todas y tomar la responsabilidad de tu presente y tu futuro.
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