Si hablamos de sexualidad responsable, ¿qué es lo primero que viene a tu mente?
Antes, para mí sexualidad responsable era sinónimo de métodos anticonceptivos para prevenir embarazos y cuidarnos de enfermedades de transmisión sexual.
Aunque es cierto que el uso de métodos anticonceptivos y el cuidado de nuestra salud sexual es muy importante, tener una sexualidad sana y saludable implica muchas más cosas. De hecho, puedes tener una sexualidad sana incluso teniendo alguna ETS.
Si estás interesada en tener una sexualidad sana y responsable, ¡sigue leyendo!
Contenido
Sexualidad según la OMS
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad se define como «un aspecto central del ser humano que se manifiesta en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, entre otros».
Es decir, la sexualidad es un aspecto fundamental de nuestra vida, que abarca mucho más que las relaciones sexuales. Es una expresión de nuestra identidad.
La sexualidad es un concepto amplio y complejo que abarca diversos aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando hablamos de una sexualidad sana, se involucran muchas cosas, como:
- Actitudes
- Sentimientos
- Necesidades físicas y emocionales
- Necesidades y deseos sexuales
- Placer y satisfacción
- Reproducción y fertilidad
- Imagen propia y respeto hacia uno mismo.
Como cada persona vive su sexualidad de manera diferente, determinar una sexualidad saludable y “normal” es un poco complicado. Puede variar un poco de persona a persona.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «la salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia».
Identidad sexual y diversidad
Nuestra identidad sexual es un aspecto muy importante de la sexualidad, que se refiere a cómo nos identificamos en términos de nuestra orientación sexual y nuestra identidad de género.
Según la OMS, la identidad sexual se define como «la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo».
Es decir, la identidad sexual tiene que ver con cómo nos percibimos y nos identificamos en términos de género y sexualidad, independientemente del género que nos fue asignado al nacer. La identidad sexual es un aspecto clave de nuestra personalidad y puede influir en muchos aspectos de nuestra vida, desde nuestras relaciones personales hasta nuestra autoimagen.
Por otro lado, la diversidad sexual se refiere a la variedad de formas en que las personas experimentan su sexualidad e identidad de género. La OMS reconoce que la diversidad sexual es una realidad en todas las culturas y sociedades, y que todas las personas tienen el derecho a vivir su sexualidad de forma libre y segura, sin discriminación ni violencia.
Cada persona es única en cuanto a su experiencia y vivencia de la sexualidad, y la diversidad sexual nos recuerda la importancia de respetar y valorar la diversidad humana en todas sus formas.
Salud sexual
La salud sexual es un componente clave de una sexualidad segura y placentera.
Una buena salud sexual es un componente clave de una sexualidad segura y placentera. Esto significa tener acceso a información precisa sobre salud sexual, incluyendo la prevención de enfermedades de transmisión sexual y el uso de métodos anticonceptivos adecuados. También es importante tener una buena higiene sexual y programar revisiones periódicas con un profesional de la salud para detectar cualquier problema de salud sexual.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad. Implica una actitud positiva y respetuosa hacia la sexualidad, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales seguras y placenteras.
Mantener una buena salud sexual implica varios aspectos, como la prevención de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el uso de métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados. También implica la práctica de una comunicación abierta y honesta con las parejas sexuales y el respeto al consentimiento mutuo.
Además, la salud sexual no solo se refiere a la ausencia de enfermedades o disfunciones sexuales, sino también al bienestar emocional y mental relacionado con la sexualidad. Esto incluye el manejo saludable de la propia identidad y orientación sexual, la exploración del cuerpo y las preferencias sexuales y el desarrollo de relaciones sexuales positivas y respetuosas.
La salud sexual es esencial para una sexualidad segura y placentera y es importante para mantener un estado de bienestar general y disfrutar de una vida sexual saludable.
Derechos Sexuales
Parte de una sexualidad saludable es percibirnos a nosotras mismas como seres sexuales.
Además de disfrutar nuestra sexualidad, tenemos que ser conscientes de que nosotras somos las dueñas de nuestras acciones y decisiones sexuales.
Como seres que vivimos en distintas comunidades y distintas sociedades, en teoría los estados deberían promover, reconocer y respetar nuestros derechos sexuales.
Sabemos que no siempre es el caso.
Pero podemos comenzar por reconocerlos y respetarlos nosotras mismas.
Declaración Universal de los Derechos Sexuales
“El desarrollo pleno de la sexualidad depende de la satisfacción de las necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor. La sexualidad es construida a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social. Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad inherente, dignidad e igualdad para todos los seres humanos. Dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico. Para asegurarnos que los seres humanos de las sociedades desarrollen una sexualidad saludable, los derechos sexuales siguientes deben ser reconocidos, promovidos, respetados y defendidos por todas las sociedades de todas las maneras. La salud sexual es el resultado de un ambiente que reconoce, respeta y ejerce estos derechos sexuales:”
Declaración Universal de los Derechos Sexuales o Declaración de València (XIII Congreso Mundial de Sexología, 1997.
Los derechos sexuales
- El derecho a la libertad sexual: expresar nuestro potencial sexual (excluyendo todo tipo de coerción, explotación y abuso sexual).
- El derecho a la autonomía sexual, a la integridad sexual y a la seguridad sexual del cuerpo: tomar decisiones autónomas sobre nuestra vida sexual.
- El derecho a la privacidad sexual: tomar decisiones sobre la intimidad siempre que ellas no interfieran en los derechos sexuales de otros.
- El derecho a la equidad sexual: vivir libres de discriminación independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o invalidez física o emocional.
- El derecho al placer sexual:
- El derecho a la expresión sexual emocional: expresar nuestra sexualidad a través de la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor.
- El derecho a la libre asociación sexual: casarse o no, a divorciarse y a establecer otros tipos de asociaciones sexuales.
- El derecho a tomar decisiones reproductivas, libres y responsables: decidir sobre tener hijos o no, el número y el tiempo entre cada uno, y el derecho al acceso a los métodos de regulación de la fertilidad.
- El derecho a la información basada en conocimiento científico, sin censura religiosa o política: obtener información sexual a través de un proceso científico y ético.
- El derecho a la educación sexual comprensiva
- El derecho al cuidado de la salud sexual: prevenir y tratar todos los problemas, preocupaciones y desórdenes sexuales.
Que es la sexualidad responsable
Pero ¿qué significa realmente tener una sexualidad responsable? ¿En qué consiste una sexualidad saludable?
La sexualidad responsable se trata de tomar decisiones informadas y conscientes en relación a nuestra sexualidad y nuestras relaciones sexuales.
Esto no solo implica el cuidado de la salud sexual, sino también el respeto a los demás y a nosotros mismos.
Que significa sexualidad responsable
Definición: La sexualidad responsable se define como la práctica de conductas sexuales conscientes, seguras y respetuosas hacia uno mismo y hacia los demás. Implica la elección responsable de parejas sexuales, la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, y el respeto a los límites y decisiones de la otra persona.
En que consiste la sexualidad responsable
La sexualidad responsable consiste en tomar decisiones informadas y conscientes en relación a nuestra sexualidad y nuestras relaciones sexuales.
Esto incluye la elección responsable de parejas sexuales y el cuidado de la salud sexual y emocional tanto propia como de la pareja. Además, se trata de respetar los límites y decisiones de la otra persona en cuanto a la práctica sexual.
Componentes de una sexualidad saludable
La sexualidad saludable tiene varios componentes que se deben abordar para tener una vida sexual satisfactoria.
Estos componentes incluyen la elección responsable de parejas sexuales, el cuidado de la salud sexual y emocional, el respeto a los demás y a uno mismo, la comunicación efectiva, la exploración y el disfrute mutuo.
La combinación de estos componentes en una práctica sexual responsable y saludable puede llevar a una vida sexual plena y satisfactoria.
Características y ejemplos de una sexualidad sana
Además de la responsabilidad en la práctica sexual, una sexualidad sana tiene ciertas características que contribuyen a la satisfacción sexual y emocional de la persona.
Una sexualidad sana se caracteriza por la comunicación efectiva y abierta con la pareja sexual, la exploración y el respeto mutuo de los límites y preferencias sexuales, la ausencia de presiones y coacciones en la práctica sexual, el uso responsable de métodos anticonceptivos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
También incluye el disfrute y la conexión emocional con la pareja sexual, así como la exploración y el descubrimiento de la propia sexualidad.
La sexualidad sana no se trata solo de evitar riesgos y peligros, sino de fomentar experiencias placenteras y enriquecedoras tanto para uno mismo como para la pareja sexual.
Estas son algunas características y cualidades de una sexualidad saludable.
- Valoramos nuestro cuerpo.
- Conocemos nuestro cuerpo: sabemos a qué estímulos respondemos.
- Tenemos una imagen positiva de nuestro propio cuerpo y de nuestra desnudez.
- Nos preocupamos por la salud de nuestro cuerpo.
- Tenemos una buena autoestima (tiene que ver con una actitud sobre nuestra forma de ser, más que con nuestras características físicas).
- Discutimos nuestros sentimientos y valores de manera cómoda.
- Decimos lo que nos gusta y cómo nos gusta.
- Tenemos límites claros y sabemos expresarlos.
- Buscamos placer! (y no solo sexual)
- Tenemos una actitud positiva hacia nuestros deseos sexuales.
- Sabemos iniciar el sexo.
- Sabemos rechazar el sexo.
- Disfrutamos nuestra expresión sexual, nuestra excitación y nuestros orgasmos sin miedo, culpa, ni vergüenza.
- Incluimos emociones y significado a nuestras experiencias sexuales.
- Conocemos nuestros derechos sexuales y los ejercemos!
Sexualidad negativa vs. Sexualidad segura y placentera
Vivimos en una sociedad sexualmente negativa. Una sociedad que no habla de sexo pero que al mismo tiempo nos bombardea con imágenes de actitudes sexuales negativas.
En películas, series, novelas y canciones se nos muestra el sexo como algo impulsivo, irresponsable e indiferente. Y ni qué decir de la publicidad.
¿Cuántas veces has visto a personas tratadas como objetos sexuales en alguna publicidad? Sobre todo a mujeres.
Como sociedad hemos normalizado que el sexo se use como una forma de poder y de control sobre otra persona. Y en una sociedad que niega el sexo y la sexualidad saludables, aceptar que sufrimos algún tipo de abuso sexual termina siendo un proceso muy difícil.
Sin una buena educación sexual, no sabemos diferenciar sexo de abuso sexual. Y si no sabemos esa diferencia, ¿cómo etiquetamos un acto sexual abusivo como “abuso sexual”?
Que es una sexualidad saludable
Qué es una energía sexual saludable
Según Wendy Maltz (terapeuta sexual estadounidense), la energía sexual es una fuerza natural y poderosa. Y como cualquier otra energía, puede ser canalizada de forma positiva o de forma negativa.
Y siguiendo esta línea de pensamiento, expresar sexualidad saludable es usar esta energía sexual de una manera que no sea dañina ni para mí misma ni para otras personas.
Y para reconocerlo, tenemos que empezar por comprender y aceptar que nuestra sexualidad no se limita ni a la reproducción, ni a la experiencia sexual genital.
Reconocer cuando nuestra energía sexual es dañina para otras personas puede ser más fácil que reconocer cuando está siendo dañina para nosotras mismas.
De arranque, sabemos que si nuestras relaciones con los demás se basan en violencia, explotación, coerción o manipulación, no es sano!
Pero ¿qué pasa cuando es con nosotras mismas?
¿Somos conscientes de que esa energía no está siendo dañina?
Acordémonos que la sexualidad no es solo el acto sexual.
Estamos hablando de actitudes, pensamientos, creencias, valores, sentimientos, deseos, fantasías, comportamientos, interacciones, y de la imagen y aceptación que tenemos de nosotras mismas.
Qué es una energía sexual negativa
Si queremos vivir una sexualidad saludable, también es importante saber qué actitudes y comportamientos forman parte de la sexualidad no saludable.
El siguiente cuadro, de Wendy Maltz, contrasta la sexualidad saludable con el abuso sexual o la adicción por el sexo.
Sexo saludable | Abuso y adicción sexual |
El sexo (es)… | El sexo (es)… |
Energía controlable | Energía incontrolable |
Una elección | Obligación |
Deseo natural | Adictivo |
Nutre y sana | Daña y hiere |
Una expresión de amor | Una condición para el amor Está desprovisto de amor. |
Compartir con alguien | Algo que le haces a alguien |
Necesita comunicación | Está desprovisto de comunicación |
Privado | Reservado (como si fuera un secreto) |
Respetuoso | Explotador |
Honesto | Engañoso |
Mutuo | Beneficia a una persona |
Íntimo | Emocionalmente distante |
Responsable | Irresponsable |
Es seguro | No es seguro |
Tiene límites | No tiene límites |
Empoderador | Una forma de ejercer poder sobre alguien |
Parte de quién soy Refleja mis valores | Requiere una doble vida |
Mejora mi autoestima | Hace que me sienta avergonzada |
Cuestionario de sexo y sexualidad
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