Contarle a alguien que hemos sufrido abuso sexual es una decisión personal. No estamos obligadas a contarlo… pero lo más importante es que no estamos obligadas a quedarnos calladas. Obligarte a ti misma a quedarte callada es una forma de seguir victimizándote. Así que por favor decide en base a tu bienestar; no a tus miedos.
Guardar en secreto el abuso, solo le ha servido al abusador; no a ti.
Guardar en secreto el abuso de un abusador que sigue vivo, sirve para que el abusador se salga con la suya y pueda seguir abusando de otras personas.
Así que, si decides no contárselo a nadie, es fundamental que seas consciente de que el motivo no es la vergüenza, ni las ganas de proteger al abusador.
Tú tienes derecho a decir tu verdad; a contar tu historia. Y aunque pueda ser doloroso y pueda dar miedo, a la larga se siente bien. Nos quita un gran peso de encima y es hasta empoderador.
¿Para qué contarlo?
- Para reafirmar que tú no hiciste nada por lo que tengas que sentir culpa o vergüenza
- Para entrar a una comunidad de personas valientes que ya no están dispuestas a sufrir en silencio
- Para poner tu granito de arena a ponerle fin al abuso sexual, sobre todo infantil. Porque el abuso sexual infantil necesita del silencio.
- Para convertirte en un ejemplo para otras sobrevivientes.
Consejos para contar tu experiencia
- Elige a quién contárselo: comienza contándole a gente cercana (amigos, familiares, novio, novia) que te hayan demostrado apoyo emocional en el pasado.
- Prepara tu discurso: hablar del tema es difícil y puede que en el momento te ganen los nervios. Si quieres sentirte más segura y confiada durante la conversación, te recomiendo organizar tus ideas. Si lo necesitas, puedes descargar este discurso de ejemplo.
- Comienza anunciando que es un tema sensible para ti y dile lo que necesitas: “es un tema sensible para mí, se me hace difícil hablarlo, así que necesito que me comprendas y me apoyes mientras me escuchas”.
- Comunica tus necesidades. Si hay alguna reacción específica que quieres evitar, dilo. Si solo quieres hablar, pero tienes miedo de que comience a darte consejos; dile que no quieres consejos. Quizás no quieres preguntas. Quizás necesitas que te abrace o que te agarre la mano. Es muy probable que esa persona quiera darte su apoyo pero no sepa cómo, así que guíala.
- Para una primera conversación, si no te sientes cómoda no entres en detalles. Puedes compartir que has sufrido abuso sexual, que se te hace difícil hablar del tema y que necesitas un poco de tiempo para contarle los detalles. Puedes hablar en términos generales “cuando tenía X años me pasó algo de lo que se me hace difícil hablar”.
- Antes de contar los detalles, puedes poner a prueba el nivel de interés de la otra persona: “me gustaría compartir más contigo, pero quisiera saber si estás interesado en aprender sobre el tema«.
- Elige un buen momento: un momento en el que la otra persona pueda darte toda su atención.
- Obviamente, si no quieres que se lo cuente a nadie más, acláralo. Es tú proceso y tú decides a qué ritmo vas.
- No todo el mundo sabe sobre abuso sexual. Si quieres compartir tu experiencia con alguien que sientes que no sabe nada del tema, cuéntale qué es y qué implica haber sufrido abuso sexual.
¿Se lo cuento o no se lo cuento?
Estas son preguntas que Ellen Bass pone sobre la mesa. Háztelas antes de contárselas a alguien:
- ¿Esa persona me quiere y me respeta?
- ¿A esa persona le interesa mi bienestar?
- En el pasado, ¿he podido hablar de mis sentimientos y miedos con esa persona?
- ¿Confío en esa persona?
- ¿Me siento segura con esa persona?
Si todas las respuestas son «si», lo más probable es que solo encuentres reacciones positivas como contención, apoyo, empatía y amor.
Las posibles reacciones
Pero una reacción positiva no excluyen que la revelación pueda sacudir un poco a la otra persona: es normal que la otra persona se sienta conmocionada. Es una información completamente nueva, que muy probablemente no esperaba.
Es normal que no sepa cómo responder.
Dependiendo de tu relación con esa persona, por más que sea tú tema y que eres tú la que necesita el apoyo, sé empática: esa revelación le puede generar sentimientos encontrados.
- Culpa por no haberse dado cuenta.
- Tristeza por todo el dolor que has sentido.
- Vergüenza por no haber sido más sensible contigo.
- Rabia por no haberlo sabido antes.
Y tú no sabes cómo te va a afectar a ti esa reacción.
Cómo minimizar el impacto de una reacción negativa
Por eso, para minimizar el impacto que la reacción de la otra persona puede tener en ti, no esperes ninguna reacción específica, pero prepárate para distintos escenarios:
- Si te culpa, explícale que el abuso siempre es culpa del abusador.
- Si te juzga por no haberlo contado antes, cuéntale que las sobrevivientes pueden tener muchos bloqueos para admitir el abuso:
- Es un tema tabú del que no hablamos.
- Hay muchos prejuicios, hay mucha desinformación.
- Recuerdos reprimidos
- Miedo irracional a que el abusador haga algo si cuentas el secreto.
- Si quiere “matar al abusador” y el abusador es alguien cercano a ti, cuéntale que el incesto es un tema muy complejo y que sus ganas de querer matarlo, solo te lastiman más.
- Si reacciona con insensibilidad o de otra forma dañina (como minimizando el abuso o negando tu propia experiencia), termina la conversación en ese momento y busca otro momento para hablar. Por más doloroso que sea que alguien reacciones así, sé consciente de que esa es SU forma de reaccionar al dolor, de protegerse y que no es algo personal.
La mayoría de veces, si no son todas, una reacción negativa de alguien a quien le cuentas que has sufrido abuso sexual, está basada en mucha desinformación y prejuicios sobre el abuso sexual.
Otra razón de que alguien reaccione de una forma no esperada puede ser porque te quiere mucho y su cerebro no puede procesar todo el dolor y sufrimiento por el que has pasado.
También puede que esa persona haya sufrido abuso, pero que no sepan lidiar con eso o incluso tengan el recuerdo reprimido.
Nunca dudes de tu inocencia
Sea cual sea la reacción de la otra persona, siempre recuerda que tú no fuiste la culpable del abuso, ni hiciste nada vergonzoso. El abuso sexual es un crimen que se comente contra ti. No te define, ni te quita valor.
Lecturas recomendadas
- ¿Se puede perdonar a un abusador sexual?
- Cómo saber si abusaron de ti sexualmente
- ¿Por qué nos sentimos culpables después de sufrir abuso sexual?
- Cómo sanar el trauma por abusos sexuales: la sanación es posible
- Las (malditas) reacciones automáticas y sus gatilladores
- El abuso sexual y nuestro autoconcepto
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